Y les dejo alguna foto que les saqué



Nombre científico: Myocastor coypus (Molina, 1782)
Nombre/s Vulgar/es
Coipo, nutria, coipú, quiyá, falsa nutria, nutria criolla
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Cria de Coipo |
De aspecto similar al de una rata robusta, su cara es bastante similar a la del carpincho. Posee unas orejas pequeñas que pueden ocluirse durante la inmersión. Los ojos son pequeños y están ubicados en una misma línea junto con las narinas y las orejas. Hacia los laterales del hocico posee vibrizas que le sirven como órgano sensorial táctil. Presenta unas patas que son, en comparación, mucho más cortas que las del carpincho, las traseras están más desarrolladas que las delanteras y son relativamente largas. En las extremidades posteriores, presenta cuatro dedos externos que están unidos por una membrana, el quinto dedo está prácticamente suelto o unido por una pequeña membrana. Los cuatro dedos de las extremidades anteriores están desprovistos de membrana. La cola es larga y cilíndrica con pocos pelos. El pelaje de esta especie es de dos tipos: posee pelos cortos y suaves que se disponen densamente y cuya coloración es pardo-amarillenta y otros pelos más largos, en menor densidad y de coloración parda. La coloración final de este animal es parda. Los incisivos son de color anaranjado. En cuanto al dimorfismo sexual, podemos observar que el macho suele ser más grande que la hembra.
Distribución
En Argentina tenemos tres subespecies a saber: Myocastor coypus coypus, Myocastor coypus bonariensis y Myocastor coypus melanops, las mismas se distribuyen en el centro del país, porción norte y porción sur (desde Neuquén hasta el noroeste de Santa Cruz) del país respectivamente.
Hábitat
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Pastizales inundables |
Localmente habita sobre pastizales inundables, estepas y pastizales de altura, relacionado siempre a los ambientes acuáticos, como ser: lagunas, bañados, esteros, ríos y arroyos. Construye cuevas, que generalmente tienen salida al agua, cámaras tapizadas con vegetación, ubicadas al final de túneles subterráneos o plataformas de vegetación que se disponen a cielo abierto y que la especie utiliza para comer o dormir.
Alimentación
Exclusivamente vegetarianos (a veces comen algunos moluscos y gusanos). Juncos, pajas, raíces, tubérculos y granos de diversas plantas acuáticas.
Reproducción
La cópula entre machos y hembras se lleva a cabo en el agua o en la orilla del
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Crias de coipos |
Bueno, tanto mencionar a mi gato en el post anterior...
La gente empezó, viste: "Che, pero queremos ver a tu gato." "Mandame una foto de tu gato". "Mandame un buen gato". "Quiero una gatorade". "Queremos al Gato Coria".
Y sí.
Decidí hacer un post corto pero conciso, para llenar las expectativas de muchos y ninguno.
Un identikit para que sepan reconocerlo por ahí, cuando anda bajo la luna haciendo gaturreadas.
Barba: una extensa barba gris (azul según el autor) crecida desde hace años. Siempre rehusó afeitársela, ya que como alega nuestro felino del día de hoy: "Tengo piel color zanahoria".
Kit audio-visual:
Altoparlantes (2): normalmente usados para detectar emisiones de sonido de dragones, personas de la familia y otros seres fantásticos.
Faroles (2): cuando nació eran celestes. En su pasado cercano, el obsesivo consumo de marihuana dejó una marca imborrable en su historia personal: ahora son verdes como un picadillo de ganja. Dícese que también solía consumir sustancias tóxicas alienígenas... eso explicaría el fulgor de su mirada.
Gato sin manija: categorización remarcada por el hermano del autor, tras ser cómplice de un gato CON manija: un audaz dispositivo de correas a lo "arnés" que usó el susodicho en su primera expedición a Júpiter (dícese que allí tuvo encuentros del 3er tipo).
Desayuno continental: indispensable para la vida de gato. En lo posible que incluya: colibrí, gorrión, paloma, mariposa, abeja, lombriz y cualquier otro tipo de ser orgánico movedizo que pueda entrar en su boca. De no ser así, comida para gato también servirá.
Nike Shox (robadas): Las compró en la central de trenes de Júpiter. Las malas lenguas alegan que fueron robadas del gato vecino, en una disputa ganada por nuestro simpático felino, quien corrió con el objeto hurtado a la burla de: "Logi, sos re gato".
El presente habita en su mansión en Av. Olazábal 448x. Responde al nombre de "Teo", "Gato", "miau" y "purrumiau".
Se ruega extrema precaución al tratar con el mencionado. Su apariencia es tierna e inocente. Mas ya sabemos que engañan: el autor fue testigo de repetidas escenas de persecuciones salvajes en donde el felino cósmico demostró que si bien es un "bon vivant", tiene un instinto impecable.
El futuro deparará sobre nueva información sobre este simpático animalito que coexiste con la familia González, y que, según la mamá del autor, "es un bebé, un hijo más".
Supuestamente, éste es el tiempo que pasa. El tiempo pasa y tenemos agujas para dar cuenta de ello. O tenemos agujas para hacernos creer que el tiempo que pasa, aguja por aguja, es el tiempo. Lo que pasa parece pasar, pero el tiempo ¿pasa? Las agujas suben escaleras, marcan números de teléfono. Hay un antes y un después de todo. Y decimos que hay tiempo. El tiempo es en función del tiempo que pasa. Pero ¿no es loco que mientras acá sea ahora, en otro lugar sea algo completamente distinto? O sea, ¿de qué nos sirve tener la idea de algo que pasa, si en realidad en el mismo instante del tiempo están pasando múltiples cosa? O sea, el tiempo es como una forma de decir: "O.k., el reloj que tengo enfrente mío marca las 16:35. En media hora..." O sea, usaríamos el tiempo como un instrumento de medición de algo. Pero ¿de qué nos sirve saber qué hora es, por ejemplo? Y, quizás fue la historia de estas mediciones de momentos -momentos medidos... ¿con qué? ¿Quién inventó el primer reloj? ¿Quién le dio cuerda? ¿Quién dijo "son tres agujas"? ¿Cómo se pasó de la concepción de horas a minutos y a segundos? De alguna forma, todas estas preguntas arrojan la misma respuesta: hubo algo ahí, que fue la necesidad de poner en devenir de la especie humana. Quizás fue el hecho de querer olvidar quiénes somos. O quiénes dejamos de ser, o quiénes comenzamos a ser. Pero los minutos, los segundos... ¿no está claro que el tiempo es un mecanismo para auto-controlarnos? Por eso admiro a la primera persona que se percató del instante. Esa persona que, cuando se dio cuenta de que había algo distinto en todos los momentos, ideó que entonces hay un pasado, un presente y un futuro. Es decir, una temática para todos los presentes. Porque en realidad, lo que quiso hacer esa persona, fue darle un sentido a aquello que todos queremos darle sentido a lo largo de nuestras vidas: la razón por la que, ya sea "aquí y ahora", pasado, presente o futuro, nos situamos en determinado lugar sabiendo que estamos ahí, dudando de si al mismo tiempo estamos en algún otro lugar, o de si ahí donde estamos es donde realmente donde creemos estar. La insistente problemática de existir llevó a la conclusión más científica: existir tiene que ver con un proceso de cambio. Lo que la ciencia dejó de lado, fue no tanto la posibilidad de existir en muchos lugares en un instante, ni tampoco la idea de que el tiempo es plástico, o de si el tiempo realmente existe o no. Lo que la ciencia dejó de lado, incuestionable, es que las cosas pasan, no tanto por el devenir del tiempo, porque la división presente / pasado / futuro presenta una falla. Y esa es la falla que se quiere cubrir con el presente. Tratar de engañarnos de que estamos acá, de que somos en este preciso momento. Estamos demasiado seguros de nuestra existencia. 15:55.
Uno mismo, su propia persona, es a lo largo de la existencia. La existencia implica el paso del tiempo, la historia individual, aquello que entre el cuerpo y el mundo se va fusionando para decantar recíprocamente en objetivaciones del ego. Es decir, uno es, porque es a través de alguna versión de tiempo. Uno existe siempre porque existió; esa existencia da la sensación subjetiva de unidad, de coherencia, de vida vivida. Mas uno no es una simple unicidad, uno no está circunscripto únicamente a aquello que supuestamente "nació de sí", en la personalidad. Uno, en el intercambio con el mundo, es una espejo en donde se van proyectando distintas imágenes que a lo largo de la existencia van imprimiendo las percepciones de mundo: las personas, las acciones, los sucesos, los acontecimientos, las sensaciones. Sería difícil imaginar a una persona que no estuviese de ninguna manera influenciada por "los otros", es absolutamente imposible desde el vamos, desde el origen, desde el nacimiento y el momento en donde el bebé es recibido al mundo. Es imposible mantenerse indiferente a las proyecciones que el mundo hace en el cuerpo y es peligroso querer mantenerse al margen de las mismas. La unidad del ser no es fragmentada pero sí es compleja y multidimensional, multifacética. Todos tenemos distintas áreas de la vida en donde nos sentimos sintonizados con distintas partes de nuestro ego. Eso expresa que uno, que es una unidad coherente, es muchos "uno", uno es muchos "yo". Todos esos "yo" son lo mismo, corresponden a lo mismo, pero no nacieron todos juntos, se fueron desarrollando. Con lo cual, uno no es "uno solo".
Y al mismo tiempo, todo ese ego (como energía personal, en el buen sentido) que se va sedimentando de construcciones de la unicidad, siempre queda contenido dentro de los márgenes de la personalidad. Uno no puede dejar de ser uno fuera de uno mismo. No es que no podamos salir de nuestros cuerpos; considero que eso es posible. Lo que ocurre es que siempre que volvamos a lo "uno", a quien es uno, todas esas sedimentaciones se presentan de una forma compleja e interminable, pero se presentan juntas. Paradójicas e inentendibles, pero juntas, unidas, con sentidos. Uno nunca va a poder dejar de ser todos esos "yo" que comenzaron desde su origen (y antes), a su vez siendo una multiplicidad de construcciones que van hacia lo indefinible.